La ciudad rusa de Seversk, en el corazón de Siberia, amaneció
envuelta en consternación tras un hecho tan inesperado como desgarrador: un
perro salchicha, mascota de una familia durante ocho años, atacó y mató a un
bebé de apenas un mes de vida.
El pequeño fue encontrado sin signos vitales por su madre en
la mañana del 11 de marzo, con marcas de mordeduras en el cuello, después de
que el animal lograra trepar a su cuna en un momento de descuido, según informó
el medio ruso Ria.ru.
La reconstrucción de los hechos a partir de los testimonios
de los allegados a la familia afirma que, desde la llegada del recién nacido,
el perro comenzó a mostrar señales de inquietud.
Su carácter cambió: gruñidos, nerviosismo y una agresividad
que los padres no reconocían en él. Preocupados por la seguridad de su hijo, la
pareja intentó buscar soluciones. Consultaron a varios veterinarios de la zona
para sacrificar al animal, pero se toparon con negativas: el salchicha no
presentaba enfermedades que justificaran la eutanasia, y los profesionales se
rehusaron a intervenir.
Las autoridades de Seversk reaccionaron de inmediato y
abrieron una investigación penal bajo el cargo de “muerte por negligencia”. Los
peritos trabajan para determinar las circunstancias exactas del ataque y
evaluar si hubo responsabilidades que trascienden el trágico descuido.