A través de su plataforma Truth Social, Trump acusó a
Venezuela de “enviar deliberadamente y de manera engañosa a decenas de miles de
delincuentes” a EE.UU., incluyendo miembros de bandas criminales como el Tren
de Aragua. Además, calificó al gobierno venezolano como “extremadamente hostil
hacia Estados Unidos y las libertades que defendemos”.
Este anuncio ocurre en un contexto en el que Trump evalúa
retrasar la implementación de otros aranceles previamente anunciados, como el
25% sobre productos farmacéuticos, automóviles y madera. Sin embargo, aseguró
que en un futuro próximo impondrá nuevas tarifas a los automóviles, el aluminio
y los medicamentos, justificándolo como una estrategia de protección ante
posibles conflictos internacionales.
El impacto de estas medidas es significativo, ya que en 2024
Venezuela exportó a EE.UU. unos 5.600 millones de dólares en petróleo y gas,
siendo uno de sus principales proveedores. Otros compradores clave del crudo
venezolano son España, Italia y China.
A pesar del anuncio de Trump, los mercados reaccionaron con
alza, reflejando la incertidumbre sobre la implementación final de estas
políticas comerciales.