Fue durante la breve ampliación de declaración que hizo esta mañana durante una nueva audiencia del juicio que se le sigue a él y a su hermano Germán por tenencia, facilitación y distribución de material de archivos de abuso sexual infantil. En tanto, el exdiputado Germán Kiczka aclaró sobre su vínculo con el pendrive que se le fue secuestrado en su casa y ante los aportes dados la semana pasada por su prima y su pareja, quienes también declararon como testigos en el proceso
Durante la décima jornada del juicio a los hermanos Germán y
Sebastián Kiczka, quienes llegaron a dicha instancia imputados de tenencia,
facilitación y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI), los
dos protagonistas centrales del proceso pidieron ampliar sus respectivas
declaraciones ante la sala del Tribunal Penal Uno de Posadas. Pero al igual que
en la primera audiencia, sin aceptar preguntas de las partes intervinientes en
el proceso.
El primero en hablar ante la atenta mirada de los jueces,
fiscales y abogados defensores que siguen el proceso fue el exdiputado
provincial, quien aclaró durante su alocución distintas cuestiones que dejó la
jornada del último viernes en donde declararon como testigos su prima y su
pareja.
“Quería contar que el pendrive que se encontró cuando
allanaron mi propiedad, cuando se hablaba de un pendrive yo estaba convencido
que me lo plantaron, yo estaba seguro que me lo plantaron porque yo sabía que
no tenía un pendrive en mi casa y decía que me lo plantaron porque es fácil y
bueno, ahí me empecé a preocupar. Sin embargo, cuando se empezó a hablar de que
el pendrive era Fiat, ahí lo registré porque me acordaba el pendrive que, como
dijo Alejandra, le habían regalado a mi papá cuando se compró la Fiat Fiorino”,
inició su ampliación el exdiputado provincial quien reconoció que tuvo
conocimiento de ese dispositivo informático hasta 2015 aproximadamente.
Sobre qué hacía con el pendrive dijo: “era un pendrive que yo
lo había utilizado, yo todavía no vivía en la casa donde vivo ahora y estudiaba
a distancia en aquel entonces, bajaba mis apuntes, por ahí bajaba facturas,
bajaba cosas de trabajo y era el pendrive para ir a imprimir a una librería o
alguna de las oficinas porque ahí no teníamos impresora, o sea que me acordaba
porque lo había usado en distintas oportunidades, pero eso fue allá por el
2016, 2015-2016. Después yo ya seguí mi vida por otro lado y no supe más nada
de ese pendrive, ni me acordaba del pendrive”.
Acto seguido, relató una reciente charla que mantuvo con su
hermano, dentro de la misma celda en donde ambos actualmente se encuentran
alojados: “él (Sebastián) me dice sí, que lo había utilizado, que sí lo había
llevado a mi casa y que estaba seguro de que se lo había vuelto a llevar a donde
él vivía. Bueno, evidentemente no fue así. Y le pregunto a mi hermano respecto
al Lenovo (computadora), porque estamos en la misma celda ahora alojados, él me
asegura que después de haberla utilizado borró todos los archivos y yo nunca me
crucé con esos archivos mientras utilizaba la computadora y él me asegura que
los borró, eso quiero que quede perfectamente registrado. Él dice que los borró
y yo jamás me los crucé en la computadora”.
Luego, se refirió a su vínculo con la red social Telegram.
Allí, mencionó: “Esos grupos de Telegram de gente desconocida, que suelen por
ahí subir la foto de una modelo o lo que fuera, todo legal, son grupos donde yo
jamás escribí, jamás pregunté, jamás participé de ninguna manera y eso está a
la vista porque están los mensajes. Entonces esta palabra indebida que haya
escrito alguien, no sé quién porque no lo conozco, no tiene ningún fundamento
para ser atribuida a mí. Nunca en ninguno de los casos, ni antes ni después,
nunca escribí, nunca respondí, nunca pregunté, nunca me involucré en esos
grupos de Telegram”.
A continuación, antes de finalizar su ampliación de
declaración, Germán hizo referencia a los videos que subió a la plataforma
YouTube en donde volvió a insistir que fueron de carácter recreativo y con la
única misión de entretener a su familia.
“Me gustaría especificar y aclarar bien el tema del show del
tío Germán. El fiscal había preguntado cuáles eran los motivos de que el show
esté subido a YouTube. La cuestión es muy sencilla y tiene una explicación
clara. Cuando estábamos en pandemia, y bien lo contó mi prima Melissa,
hablábamos seguido con mi hermana que era mucho más difícil en Buenos Aires, en
cuatro paredes, estar con los chicos hacinados, por ahí nosotros acá estábamos
un poquito más livianos, y cómo se le complicaba con los chicos. Entonces a mí
un día se me ocurre mandarle un truco de magia a mi sobrina delfina, una pavada
de dos segundos le hago un truco de magia, le mando y le encantó. Después me
pidió más, le mandaba alguna pavada y después la mamá me dice que quería que yo
le haga algún experimento, algo que le encantaba”, expresó el imputado, quien
además aclaró que durante la etapa más estricta de la Pandemia toda su familia
había elegido la casa de su padre para atravesar el aislamiento.
Y luego añadió: “Cuando empecé con esto se suma mi otro
hermano Agustín, que también quería hacerle algún experimento, se suma mi papá,
se suma mi mamá y se suma también Sebastián. Entonces se transformó en una
actividad que hacíamos en familia los domingos, Todos nos pasábamos el domingo
haciendo esas payasadas que nos divertían un montón. Yo después las editaba y
pasaron a hacer programas de mínimo 20 minutos, media hora, era imposible
mandarlas por WhatsApp. Si mal no recuerdo, y puedo estar equivocado, pero creo
que en aquel entonces WhatsApp no permitía más de 25 megabytes de vídeo,
después se amplió. De todas formas, mi cuñado, que es tipo ingeniero en
sistemas y esas cosas, me dice escuchá, subila a YouTube, me pasas el link y
entonces lo vemos en la tele, encima me dice para eso fue creado YouTube, por
eso es que le hizo la página en YouTube y yo lo subí ahí una vez que esté
terminado todos los domingos a la tardecita y le pasaba el link y ellos lo
miraban”.
Mencionó que en todo el video se nombran a tres personas: su
sobrina D., su ahijado B y el hijo de su prima; C. “Todo ese programa, todo ese
show, era destinado a ellos y nos divertía un montón porque era una actividad
que hacíamos en familia. De hecho, después mi hermana nos mandaba los vídeos de
ellos cenando y nos mostraban cómo los chicos miraban el vídeo y cómo se
divertían y para nosotros era un placer espectacular, mi mamá estaba fascinada.
Me dolió muchísimo que una actividad que habíamos hecho en familia con
muchísimo amor la haya tergiversado para mostrar una cosa tan perversa como se
quiso mostrar, pero esa es la historia del show de Tío Germán y todavía está en
YouTube. Si hubiese habido algo fuera de lugar YouTube hace rato ya lo había
sacado. Además, les invito a que lo miren porque los vídeos están buenísimos,
son muy divertidos y era una actividad que hacíamos en familia y pasábamos el
domingo, que en pandemia era muy difícil encontrar actividades para hacer”,
cerró el encartado.
La voz de Sebastián
Por su parte, Sebastián Kiczka también optó por ampliar su
declaración ante el tribunal. En ese contexto también intentó aclarar dos
cuestiones que para él resultan importantes y que tienen que ver con el
material que miraba en la web y sobre el pendrive secuestrado en casa de su
hermano.
Sobre lo primero, dijo: “Yo no sabía que era ilegal ver esos
videos, eso está en internet, ahí nomás, al alcance y no vi ningún problema”.
Mientras que sobre el dispositivo narró: “un día en lo de mi hermano estaba
usando la computadora, yo no puedo evitar ver esto, cuando tengo la oportunidad
miro, tomo cerveza, soy una persona ansiosa y bueno. En lo de mi hermano
comencé a ver eso en la computadora, tomar cerveza, hasta que otros excesos que
ya seguramente saben que consumo y bueno, se estiró la noche, yo me olvidé la
computadora. Había sido que borré todo eso para no dejar rastro. Yo pensé que
borré todo, dejé el pendrive ahí ya mucho más no me acuerdo”.
En el Tribunal Federal de Posadas, comenzó el juicio contra los exjefes del Escuadrón de Oberá de Gendarmería -Marcos Antonio Duette y Ricardo Fabián Gómez- por el delito de contrabando de soja que tenía como destino el país vecino de Brasil
En ambos veredictos, el fallo no fue unánime, ya que la jueza Viviana Cukla había votado por penas de 8 y 6 años para los imputados.
El Tribunal Penal 1 de Posadas ordenó investigar al diputado provincial Pedro Puerta y a Leonardo Kiczka, padre de los condenados, por presunto falso testimonio en el juicio por pedofilia que terminó con duras penas para Germán y Sebastián Kiczka.
El reconocido abogado Fernando Burlando pasó por La Casa del Streaming en el programa Dolar Blue. Allí se refirió sobre el histórico juicio por pedofilia contra el diputado puertista Germán Kiczka y su hermano Sebastián y, en paralelo, al otro juicio del momento: el de la muerte de Diego Armando Maradona. Durante el diálogo distendido, también participó la abogada especialista en cibercrimen Aryhatne Bahr.
En su declaración escrita ante el Tribunal Penal 1 que juzga por abuso sexual infantil a los hermanos Kiczka, Pedro Puerta afirmó que mantenía una relación exclusivamente política con el ex legislador Germán Kiczka, pese a las evidencias sobre su estrecha relación de amistad. Por otra parte, admitió la existencia de grupos de WhatsApp compartidos entre ambos en los cuales intercambiaban "memes de connotación sexual", pero sin contenido de abuso, según aseguró.